Cuando rechazamos la historia única, cuando nos damos cuenta de que nunca hay una sola historia sobre ningún lugar, recuperamos una suerte de paraíso.
— Chimamanda Ngozi Adichie.
En Africa empezó el viaje humano en el mundo. Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos caminos fundaron diversos destinos, y el sol se ocupó del reparto de colores. Ahora las mujeres y los hombres, arcoiris de la tierra, tenemos más colores que el arcoiris del cielo; pero somos todos africanos emigrados. Hasta los blancos blanquísimos vienen de Africa. Quizás nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos tiempos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido.
— Eduardo Galeano.

Más allá de una simple relación anecdótica en la cual se comparan estilos musicales, colores de la vestimenta o rasgos corporales similares, este proyecto tiene como objetivo indagar en los nexos históricos entre Colombia y África Occidental (concretmente el Caribe colombiano y el territorio Malinke de Burkina Faso), que han per- manecido vigentes a través de la conservación del patrimonio inmaterial constituido por elementos como la narración oral, la música, la danza, las prácticas religiosas, el trenzado del cabello y las formas de organización comunitaria, entre otros.

Aunque estos nexos se mantengan presentes han sido invisibilizados dentro del discurso histórico oficial de ambas regiones. Esto ha repercutido negativamente en la construcción de identidad y empoderamiento de algunas de las comunidades afrodescendientes en Colombia, ya que muchas de ellas ni siquiera se autoreconocen como “afro”, pues desconocen su historia o han tenido acceso únicamente a una única historia, sesgada y eurocéntrica.

Adicionalmente este proyecto tiene como objetivo retratar una imagen alternativa, a la que se reproduce continuamente en los medios de comunicación masivos sobre África occidental, asociada generalmente a pobreza, subdesarrollo, violencia y epidemias; rasgos que coincidencialmente comparte con la imagen mediática de las comunidades afrodescendientes colombianas.

En contraposición a estos estereotipos, El Sol Inmemorial conecta a la diáspora con sus raíces culturales, y transmite la riqueza cultural y humana, la fuerza de la tradición, la integración de la comunidad y el valioso patrimonio inmaterial que caracteriza a ambas sociedades.